Miguel Potes a 40 años de Malvinas: “Estábamos con hambre y con frÃo, pero habÃa que luchar”.
10 de mayo de 2022
El Veterano de Guerra, Miguel Angel Potes combatió en Malvinas como soldado del Grupo de ArtillerÃa 101 de JunÃn.
Miguel Angel Potes llegó a Malvinas como soldado del Grupo de ArtillerÃa 101 a cargo de los cañones antiaéreos Sofma 155 y paso por la experiencia más traumática y más dolorosa de una guerra: combatir en el frente de batalla y en varias ocasiones batirse cuerpo a cuerpo entre la vida y la muerte.
Aún hoy, a 40 años todavÃa la guerra le anda por el cuerpo. Nunca podrán separarse. Esas heridas, no cierran y lastiman.
“PertenecÃa al Grupo de ArtillerÃa 101 de JunÃn y el 3 de abril nos comunican que tenÃamos que ir a Malvinas, nos mandaron de JunÃn a Ameghino a lavar la ropa y a buscar plata y de ahà en mas no sabÃamos el destino”.
Relata el viaje a las islas que comenzó en JunÃn donde “nos embarcaron en el tren con los Sofma 155 hasta San Antonio Oeste y de ahà en camión a RÃo Gallegos y de RÃo Gallegos nos embarcaron en un Hércules hacia Malvinas”.
Cañón Sofma 155 en Malvinas.
Recuerda con precisión el dÃa y la hora: “el 7 de abril llegamos a las once de la noche a Malvinas, caminamos siete kilómetros hasta la ciudad donde estuvimos en un galpón hasta el amanecer. Cuando amaneció, nos sacaron a un cerro que se llama Sapper Hill y ahà nos apostaron”.
Fue en ese lugar donde el 16 de mayo, tuvieron su bautismo de fuego. “Cuando entramos en combate – recuerda Miguel -, nos bombardearon dos o tres dÃas muy mal y tuvimos la baja de siete compañeros, no murieron, pero quedaron heridos y los trajeron al continente”.
“Después nos corrimos de esa posición y estuvimos una semana más donde hubo heridos y bajas y nos trasladaron a Puerto Argentino”. En ese lugar se libró la batalla final donde “estuve con el ejército de tierra con los Sofma 155 y me tocó combatir hasta el último dÃa que fue el 14 de junio”.
“Fue una experiencia muy fea con solo 18 años. Inclusive, yo tengo dos tiros en una pierna, pero gracias a Dios me salvé porque me cosieron ahà nomás en enfermerÃa de campaña y seguÃ, pero te puedo asegurar que en estos momentos se me viene todo a la mente”. Es ahà donde la guerra vuelve, nunca se va y nunca se irá.
Siendo apenas un adolescente a la guerra se le plantó de frente, y le dio pelea. “No sabÃamos dónde estábamos parados con hambre y con frÃo, pero bueno habÃa que luchar no quedaba otra”.
“Ya pasaron 40 años y todavÃa nosotros llevamos una mochila muy pesada en el hombro y lo voy a llevar hasta mi tumba porque hay cosas que yo te puedo comentar, pero hay otras que las tengo guardadas para mÔ.
El lugar más oscuro y doloroso de la guerra para los soldados argentinos empezó el 15 de junio, el dÃa después del final del conflicto. Miguel Potes relata los detalles de los dÃas que vinieron después de la rendición.
Miguel Potes en Malvinas. (abajo - segundo de der a izq.).
“De Malvinas a Puerto Madryn nos llevaron en el barco inglés Camberra como prisioneros de guerra. Nuestro retorno al paÃs fue en un Boeing sin asientos hasta Campo de Mayo donde estuvimos una semana. Ahà nos adiestraron para que no habláramos mal de la guerra, porque mandaban los militares. Para mÃ, nos sacaron por la puerta de atrás en vez de salir por el portón de adelante y con la frente bien alta que habÃamos defendido la patria.” Esta es la gran herida que aún no cierra en todos aquellos que volvieron después de defender las islas. Porque las otras sanan, para las del alma y el orgullo, duelen y permanecen.
Cada vez que llega el 2 de abril y tras su manto de neblinas las islas aparecen en la vida de Miguel. Ahà es donde reconoce que “llegando esta fecha se me hace muy difÃcil porque me acuerdo que hace 40 años eramos adolescentes y en 64 dÃas pasamos a ser hombres, maduramos de golpe”.
El conflicto duró 74 dÃas (entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982). En total, murieron 649 argentinos y 255 británicos.